A la muerte de un muy querido amigo
LAMENTO POR EL SUR
La luna roja, el viento, tu color
de mujer del Norte, el páramo de nieve…
Mi corazón está hoy en estos prados
En esta agua nublada por las brumas.
He olvidado el mar, el grave
caracol que soplan los pastores sicilianos,
las cantinelas de los carros a lo largo de caminos
donde tiembla el algarrobo en el humo del rastrojo,
he olvidado el paso de las garzas y las grullas
en el aire de los verdes altiplanos,
por las tierras, los ríos, de esta Lombardía.
Pero el hombre clama doquiera la suerte de una patria.
Ya ninguno me llevará al Sur.
Oh, el Sur está harto de acarrear muertos
al borde de los pantanos de malaria
está harto de soledad, harto de cadenas, está harto dentro de su boca
de las blasfemias de todas las razas
que han aullado muerte con el eco de sus pozos,
que han bebido la sangre de su corazón.
Por eso sus muchachos vuelven a los montes
constriñen los caballos bajo mantas de estrellas,
comen flores de acacia a lo largo de huellas
nuevamente rojas, aún rojas, aún rojas.
Ya ninguno me llevará al Sur.
Y esta noche, colmada de invierno
es aún nuestra, y aquí te repito
mi absurdo contrapunto
de dulzuras y furores,
un lamento de amor sin amor.
SALVATORE QUASIMODO
1959, Editorial Sur
Buenos Aires, Argentina.
“ La vida no es sueño”
Pag. 287
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